Los anuncios empezaron en abril, Ricardo Arjona se
presentaría en abril en Santa Cruz luego
sin aviso se cambió la fecha para el 2 de mayo.
Intentamos prepararnos lo mejor posible como club de fans
oficial, la información que llegaba era poca, al final por la falta de información
ni siquiera pudimos ir a recibir a nuestro ídolo.
Después de 17 horas de viaje por tierra, el jueves 2 nos
encontramos en Santa Cruz, en la plaza central de la ciudad de Santa Cruz, sin
más ruido sin más nueces.
Después de una especie de almuerzo de confraternización
nos dirigimos hacia el estadio donde se realizaría el concierto a intentar
conseguir un lugarcito en la prueba de sonido. El intento fue un total fracaso al punto que pasaron los músicos
a nuestro lado y nosotros ni nos dimos por enterados, salvo la gentileza del
Rodrigo Duarte quien nos saludó fraternalmente.
Más o menos a eso de las 6 de la tarde arribamos al
Tahuichi Aguilera y lamentábamos mucho que tanto la producción de metamorfosis
como la empresa que trajo a Arjona, no nos haya cooperado en nada, a lo mejor
estábamos soñando demasiado.
Pasamos cerca de 2 horas esperando a que las puertas del
estadio se abrieran y luego más de 3 esperando sentados el inicio del
concierto, lo rescatable fue la música de fondo que pusieron, desde Pink Floyd
hasta The doors, muy bien por la organización.
Alrededor de las 10:40 de la noche se ve una silueta de
un hombre con un sax detrás del telón, este cae y el músico empieza a querer
tocar, empieza el noticiero y empiezan a salir los músicos, empezando los
primeros acordes de una divertida introducción minutos después empieza a sonar
Lo que está bien está mal y se oye la voz de Ricardo Arjona empezando a
cantarla, gritos en la tribuna y en el campo, pocos se conocen la canción de
memoria entre ellos nosotros obviamente, continua con Hay amores y empieza el
desfile de canciones hasta que Ricardo se detiene a darnos el “buenas noches
Bolivia, buenas noches Santa Cruz”.
Cambia el escenario y ataca suavemente Acompáñame a estar
solo en su versión inédita, sigue el desfile de canciones hasta uno de los
momentos más memorables del concierto que fue con la escenografía de circo y
los instrumentos de ollas baldes y cosas caceras, muy al buen estilo de Les
Luthiers y suena Reconciliación donde además Ricardo se presta un globo del
público lo que emociona más a este.
Otro momento emocionante para los asistentes es cuando
Ricardo elije una pancarta del público para buscar a una señora de las 4
décadas a quien cantarle al menos el final de dicha canción 2 despedidas un
cambio de ropa y otros 4 de escenografía, sale Muriel a darnos una ayudita para
que Ricardo salga nuevamente y por última vez al escenario, empieza a sonar la
batería y acto seguido empezamos a oír Mujeres canción que es un clásico en las
despedidas del artista, termina con la frase “gracias hermanos hasta siempre” y
todos sabemos que hasta ahí dura la fiesta arjoniana.
Esta fue la experiencia Arjona en Bolivia, esperamos la
siguiente y sobre todo esperamos que la siguiente tenga algo más de gratitud
hacia un club de fans que lleva 4 años peleando por subsistir en un medio, como
el boliviano, que es poco o nada fértil para este tipo de clubes.
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